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EL CARIÑO MUEVE EL MUNDO. EL VIAJE DE DIEZ ALBACETEÑOS PARA SALVAR A UCRANIANOS DE LA INVASIÓN

DR. BLAS GONZÁLEZ MONTERO: “EL COLEGIO TENÍA QUE ESTAR AHÍ, TENÍA QUE APOYAR ESTE PROYECTO PORQUE TIENE QUE ESTAR DEL LADO DE LOS PROTAGONISTAS QUE SON LOS MÁS VULNERABLES”

La expedición solidaria Albacete, que estuvo durante una semana en la frontera de Ucrania con Polonia, para llevar material sanitario y humanitario a los desplazados por la invasión de Rusia a Ucrania, regresó a su ciudad cargada de experiencias, testimonios y de un autobús con 76 ciudadanos ucranianos que huían del horror de una invasión buscando en España algo de paz y solidaridad.

El pasado jueves, 21 de abril, los diez protagonistas de este apasionante proyecto estuvieron en la sede del Colegio para relatar sus vivencias.  La charla, celebrada en el salón de actos de AMA,  iba acompañada de una presentación con imágenes y vídeos que mostraban gráficamente cómo fueron los siete días de este apasionante, emotivo y sobre todo solidario viaje humanitario.

El presidente del Colegio de Médicos, Dr. Blas González Montero, como representante de una de las instituciones privadas que han colaborado económicamente en hacer posible este “sueño”, elogió la solidaridad de toda la sociedad española “Pasó con la primera oleada del coronavirus, pasó con la erupción del volcán en La Palma y ha pasado con la invasión de Rusia a Ucrania. Cuando a nosotros nos llegó este proyecto dijimos que teníamos que estar ahí, del lado de los protagonistas que son sobre todo los más vulnerables. Y les apoyaremos todo el tiempo que haga falta”, explicó el presidente en una declaración previa ante los medios de comunicación de Albacete.

“Mientras hablan las bombas y los políticos, la gente normal y corriente se dedica a hacer esto. Enhorabuena a todos los que habéis estado allí y a la gente que ha colaborado”, exclamó el doctor González Montero, quien añadió  que para estos chicos, a algunos de los cuales conoce de su etapa de scout, el golpe emocional ha sido “muy fuerte” y tuvieron que recomponerse durante largos días hasta poder hacer público su experiencia de 7 días, 7.000 kilómetros. “Tenían que contarlo para que el mundo sepa lo que están pasando”, apostilló Blas.

La historia de esta expedición comienza cuando tres amigos, Antonio Sánchez, Mesías Carlos y Víctor Muñoz,  tras conocer las primeras noticias de la invasión, comprendieron que no podían quedarse parados, viendo cómo se destruía un país y pensaron en ayudar a Ucrania. Estos tres amigos, de entre 22 y 33 años, han visto sufrimiento, impotencia y caos entre unas víctimas de la invasión rusa que lo han perdido todo. Pero, al mismo tiempo, han dado esperanza e ilusión a 76 vidas que viajaron en una autobús hasta España para iniciar una nueva vida alejada del horror de la invasión. Autobús que lograron alquilar con las donaciones de muchas personas que a través de bizum daban lo que buenamente podían y el Colegio de Médicos, por lo que los medios de transporte ascendieron al autobús y cuatro coches furgoneta.

A los tres amigos se les sumaron siete voluntarios más con los que el 5 de abril salieron desde Albacete rumbo a Ucrania, a la frontera con Polonia. Llevaban alimentos y material sanitario donado por más de 200 personas e instituciones, que ellos mismos entregaron allí. Pero también recogieron a 76 personas que reunieron con sus familias en España. Sólo 18 ucranianos se quedaron entre los centros de acogida de Alicante y Madrid.

Después de regresar a España y terminar la expedición, dos de los voluntarios regresaron a Ucrania, donde ayudaron a evacuar a una joven que estaba en coma y necesitaba una operación urgente en Italia, donde acabó recuperándose en un hospital de Turín.

Ya en Albacete reconocen que fueron a ayudar “pero la experiencia nos ha ayudado a nosotros”. Fue una expediciónb muy

VOLVERÁN

Aunque su primer y principal objetivo se consiguió, este grupo de voluntarios tienen claro que si acabara la guerra, Ucrania va a necesitar ayuda durante mucho tiempo. Y mientras la necesite, están dispuestos a organizar nuevas expediciones e iniciativas que traten de paliar tanto sufrimiento.

Raúl Sánchez Vizcaíno, Víctor Muñoz Alfaro, Manuel Poveda Sol, Mesías Carlos Gromada, Antonio Sánchez Miranda, Anastasio Sánchez Royo, Carlos Tévar Romero, Eduardo Abellón Fernández, Héctor Emilio García Valera y Marko Borsuk son los nombres de los diez voluntarios que han hecho posible esta hazaña. Precisamente, una de las barreras, la del idioma, la han salvado gracias a Borsuk, albaceteño nacido en Ucrania que se ha encargado de hacer las veces de traductor. Allí ha dejado a sus abuelos, que «no han querido salir de Ucrania».

Relató que cuando escuchó las primeras noticias de la invasión, quería irse, estar “en el conflicto de manera directa” porque es “mi patria” pero finalmente se decidió por hacer “algo más humano, ayudar a la gente”.

Y así fue cómo con la entrega, el servicio a los demás, la solidaridad y el amor por el prójimo que defiende este grupo sacaron de la invadida Ucrania a 76 personas.  “Nos dimos a conocer ayudando y en poco tiempo la gente comenzó a confiar en nosotros y a querer salir de allí en nuestro autobús”. “Estábamos dispuestos a todo lo que necesitaran; fuimos a ayudar y en la frontera se veía claramente que queríamos ayudarles, hablamos con la gente, los escuchábamos”.

Tras salir de allí, se quedaron en Suiza un día “para que se relajaran y fueran cambiando su mentalidad”. Muchos han venido con familias, que seguramente se quedarán, y otros puede que vuelvan porque han dejado familia allí, aseguran. 

“Hemos ido a ayudar pero la experiencia nos ha ayudado a nosotros”, concluyen.